Amigo,
amiga, antes de que pienses en saltar estas primeras hojas déjame pedirte por
favor, por el bien de usted y el de la escritora que lea lo que tengo que
escribir.
Si
piensas que el terror es una serie de escenas que generan susto, pánico y
saltos al escuchar aquel ruido desgarrador de un ente que no está dentro de los
parámetros de la “normalidad”, déjame decirte algo sobre esa visión incrédula
generada por las películas del siglo XXI, apoyadas con sonidos y efectos que
buscan aterrar por instantes a nosotros, espectadores de una obra dirigida por
esa gente que busca lucrar con algo tan mágico como el cine. Déjame decirte que
lo que tienes en tus manos ahora es el principio de todo aquello, es la
inspiración de cientos de libros e historias, las cuales más de una se
convirtieron en películas que llegaron a los más altos estándares del cine. El
porqué de esto es simple, los géneros literarios cambian y evolucionan, sin
embargo, el tiempo en el que estés leyendo esto, seas un humano o una invención
de la mente de este mismo, esta obra siempre será uno de los moldes de lo que
conoces como terror, suspenso y horror.
Volvamos
a lo que recalcaba al principio, si crees que este tipo de relatos debe ser
como lo muestran en las películas, muy equivocado estás, seguramente incluso
críticas derrocharás sobre esta obra maestra, por no asustarte, por no
estremecerte o simplemente porque consideras a nuestro ser ficticio (una
abominación monstruosa en cuerpo, pero más humano que ninguno en alma) más
falso que aterrador. Esto es discutible, como todo, pero no acertado. ¿Qué es
en realidad el terror? Acaso es el rugido espeluznante que puede provocar una
bestia tan horrible que tienes que voltear la mirada para solo quedarte con el
sonido y no ver lo que está pasando, o el terror verdadero es tener que cruzar
medio continente en busca de un lugar seguro donde no te pueda encontrar algo
que tú mismo creaste, algo de lo que te sentiste orgulloso por un momento y
ahora solo quieres destruir con todas tus fuerzas, correr y esconderse incluso
aun de todas las desgracias que te sucedieron en tu vida, dime acaso si terror
no es tener que estar todas las noches alerta mirando a la ventana despavorido
por si alguna sombra, en la penumbra, se asoma por las rendijas con la
intención de vengarse por algo que tú provocaste y no supiste lo inhumano que
fue, hasta que ya era muy tarde.
Así es
como funciona el miedo literario querido lector, así como sigues leyendo estas
líneas en busca de un desenlace para las palabras que escribo, con la esperanza
de que al final de toda esta estrafalaria haya una explicación que concuerde
con tus pensamientos y doctrinas. Así funciona, repito, este texto, así es como
debe ser una historia aterradora, no como aquellas escenas mencionadas
anteriormente que te hacen perder segundos de lo que el camarógrafo y el
director quisieron mostrarte con tanto énfasis, no, el verdadero horror es
seguir leyendo los párrafos interminables de Frankenstein sin saber el que
vendrá y no poder dejar de leer.
¿Una adicción? te preguntaras, no, ¿magia tal vez?
tampoco, arte es lo que es. Lee y sigue leyendo, termina esta historia que te
remontará a años atrás cuando la literatura gótica era impensada y se tenía que
escribir desde el anonimato, costumbres que creíste olvidadas por cientos de
personas, palabras que quizás no creíste leer por estar cegado por las nuevas
obras literarias. Pero no te equivoques, esto no es una crítica a la literatura
moderna, todo lo contrario, es una especie de oda a lo valiosa que fue la
historia que estás a punto de leer para las generaciones pasadas, para nuestras
generaciones y para las que vendrán.
Esto no
es una crítica, esto no es un comentario, esto no es una pérdida de tiempo, si
llegaste hasta este punto sabrás que es
una humilde y cordial invitación a aventurarte en horas y horas de una historia
que, si prestas atención, no podrás olvidar nunca.
Este prólogo tiene bastante visible el punto de vista de quien lo escribió, eso está bien por que se ve un dominio de la obra, además que de alguna manera genera interés en el lector.
ResponderEliminarA la vez podremos apreciar que es conciso entre la información proveniente de la obra, como sus puntos de vista y la información sobre el terror, pero no logró apreciar bien lo que son recursos lingüísticos.
Este prólogo de "Frankenstein" es bastante atractivo ya que contrasta este concepto de terror tan característico de la obra, con lo que estaba y aun esta impuesto como miedo, a lo que es verdaderamente terrorífico e intranquilo reflejado a lo que vive constantemente el protagonista de este texto, a pesar de lo interesante de este prólogo creo que algo que le hubiera aportado muchísimo el uso de la retorica, sin embargo no quita lo bien redactado y la forma de referirse al receptor.
ResponderEliminarEn este prólogo no se observó en ningún momento la mención ni datos sobre el autor. Se logra hacer un análisis breve de las ideas centrales, desde el punto de vista de quien escribió el prólogo es bueno porque despierta el interés de los lectores. Presenta conclusiones sobre el tema central. Motiva a las demás personas a leer. Su lenguaje es sencillo y directo, pero no tiene una notable utilización de los recursos lingüísticos.
ResponderEliminarEl prólogo Frankenstein “El moderno Prometeo” nos cuenta sobre el monstruo de Frankenstein que es un personaje de ficción que apareció por primera vez en la novela de Mary Shelley "Frankenstein" o Prometeo moderno. Un ser creado a partir de diferentes partes de cadáveres, el cual le es otorgada la vida por Víctor Frankenstein mediante aquel experimento. El prologuista no nos menciona datos sobre el autor, sólo nos cuenta de que se trata el libro, se centra en eso, pero no obstante si atrae al lector, su forma de escribir es innovadora, y su cierre da un impulso adentrarnos a leer este texto, está muy bien redactado y ambientado en lo que es el terror. Su lenguaje es simple y claro, solo falto el uso de más recursos lingüísticos, pero con todo lo demás podemos apreciar que es un prólogo demasiado completo.
ResponderEliminarEl prólogo de Frankenstein "el eterno prometeo" tiende a describir el género literario del terror. Al inicio, realiza una comparación entre la literatura y el cine, como ambos géneros visualizan y exponen el terror, la diferencia entre leer y ver, como visualiza el terror el cine contemporáneo. Para el lector, este prólogo no logra identificar a autor ni al personaje, la trama que desarrolla el libro, si bien mantiene un buen lenguaje, con recursos lingüísticos, no logra explicar al lector de que trata el libro, confundiéndolo, debiendo acogerse más bien al título. El prólogo atendería a una percepción personal, por cuanto no llega interesar al receptor.
ResponderEliminarEl prólogo Frankenstein “El moderno Prometeo” al inicio nos presenta una introducción sobre la temática y los posibles prejuicios hacia esta, generando una comparación entre las películas y la visión propuesta por el prologuista, la forma en la que está escrita es llamativa ya que se puede presenciar una interacción con el lector rompiendo la 4ta pared, nos presenta el contexto, sin embargo, el prologuista no hace mención de su autor, ni del protagonista lo que genera ciertos vacíos, por lo que es posible no llegar al receptor de la forma esperada.
ResponderEliminarEl prólogo Frankenstein “El moderno Prometeo” desde el inicio hace un buen uso de los recursos ya que al instante al llamarte "amigo" genera esa conexión de simpatía, atrae al publico con su buen uso de palabras, cumple su objetivo al generar genuino interés en la obra de Frankenstein. Transmite su opinión de una manera muy clara y elocuente nos da a contrastar el terror en la literatura como en el mundo cinematográfico.
ResponderEliminarmantiene una buena estructura, en todo momento el autor hace muestras de su presencia y acaba con un buen mensaje para que el lector quede satisfecho con lo leído.